Se suele confundir siempre e incluso atribuir a lo mismo, cuando es algo muy diferente, según lo vive el gato. Para poder explicarlo tenemos que generalizar bastante, así que este artículo sólo pretende ser una guía general, ya que para poder ayudar a tu gato en tu caso concreto, es necesaria hacer una consulta personalizada.

Llamamos marcaje urinario cuando un gato deja su orina intencionadamente en un lugar concreto, marcando siempre estando de pie y en spray, manchando lugares verticales. Este marcaje es natural en gatos (hembras y machos por igual) que no están esterilizados. Forma parte de su lenguaje químico y de la comunicación entre ellos. Mediante ciertas sustancias que se encuentran en su orina (feromonas), se comunican con otros gatos. También el marcaje urinario les ayuda a sentirse seguros en su territorio y a poner límites a otros gatos. Pero al esterilizar a un gato, su territorialidad y marcaje se reducen. Si se esteriliza antes de que empiece a marcar de manera natural, no suele desarrollar este comportamiento natural. Pero si se esteriliza cuando el gato ya comenzó a marcar y lo hace habitualmente, es muy difícil eliminarlo, ya que es un comportamiento natural convertido muchas veces en hábito y en su forma de comunicarse, no es algo erróneo.

Hablando de gatos esterilizados, la cosa cambia. Cuando un gato (macho y hembra) esterilizado marca con orina hacia atrás, siempre hablamos de estrés territorial. Quiere decir que no se siente cómodo con algunas presencias en su territorio, bien sean otros gatos, personas, perros. Se sienten invadidos y no están cómodos. Muchas veces no hay peleas ni conflictos entre los gatos pero hay marcaje urinario, por tanto es un síntoma de hacinamiento también, cuesta creerlo cuando aparentemente no hay mal ambiente pero es así como lo vive el gato y es esa la manera en que lo comunica, y los siempre dicen la verdad, tal como se sienten.

Orinar fuera del arenero sentado en cambio no es un comportamiento natural sino un síntoma de estrés. Llamamos estrés en este caso a cualquier cosa que esté haciendo que el gato se encuentre mal, desde dolor, malestar, enfermedad, miedo, inseguridad, presión en el ambiente, conflictos, algo relacionado con sus personas, etc., por eso no usamos la palabra estrés como diagnóstico nunca y tenemos que ir más allá. A diferencia con el marcaje urinario, el gato orina sentado y mancha superficies horizontales. Además, muchas veces hace el gesto de taparlo, cosa que no ocurre con el marcaje territorial, que es más intencionado. El comportamiento del gato desde antes del marcaje o de orinar fuera, durante el marcaje y después, también ayuda mucho a entender cómo se está sintiendo. A veces va a la zona de eliminación antes, otras veces orina donde está, y todo esto son pistas para entenderle. Pero de nuevo insistimos en que la frecuencia/lugar/cantidad no determina ni descarta todo, no es determinante 100% para saber lo que le ocurre, no es tan simple.

Por otro lado, si tienes un gatito bebé entre el mes y los dos meses de edad, es bastante habitual que encuentres alguna orina en el suelo, cama o donde esté, los primeros días. Los bebés aprenden a usar el arenero por ellos mismos, no hay que educarles, pero el requisito es que deben tenerlo muy cerca de donde se encuentran. Si están jugando en una habitación o encima de una cama y tienen ganas de orinar, no van a bajar de la cama y recorrer un largo camino hasta el arenero, sino que orinarán muy cerca de donde están. Por eso, cuando son pequeños deben tenerlo cerca, en cuanto tienen ganas, van al arenero, no aguantan mucho, ¡como los bebés humanos! En cuanto crecen un poco (¡crecen muy rápido!) ya puedes dejar su zona de eliminación preparada en el lugar de casa destinado para ello, es algo progresivo.